La Casa

La CasAna

La CasAna es un proyecto que empezó gracias al apoyo de mis padres, en el año 2004, con la compra de una antigua y ruinosa vivienda, donde la esencia de antaño de nuestro pueblo no se había perdido aún. Nos encontramos con paredes de piedra y adobe, tejas árabes llenas de verdín, escalones por toda la casa para adaptarse al terreno, techos de maderos y ladrillos, suelos de baldosas hechas a mano con huellas de animales que pasaban por encima cuando las secaban al sol, la cuadra con el pesebre… Todo un tesoro por sacar, limpiar y recuperar. Cuando llegó el momento de empezar la restauración y laboriosa aventura, antes de empezar a limpiar la primera piedra, nos topamos de frente con lo peor de cualquier emprendedor, una dificultosa y caótica burocracia que hizo que mis fuerzas empezaran a flaquear y la ilusión fuera disipándose. Pero ahí estaba mi familia y, sobre todo, mi valiente y poderosa madre,

Ana.

Mi apoyo, mi socia, sin la que nunca, nunca, hubiera existido mi proyecto de vida

Espacios Exteriores

Patio de entrada con una gran mesa de piedra y corral en la parte trasera con barbacoa y el gran pesebre restaurado.

Salón

Un hospedaje acogedor que dispone de saloncito con chimenea.

Cocina

Cocina completa con todos sus accesorios:

¡Que no falten sus pucheros y ristras de ajos!


Ofrecemos un desayuno típico de pueblo con productos artesanos de nuestra tienda aledaña: El Cortijito.

Baños

La casa dispone de 3 baños completos y un aseo


Espacios Interiores

Todos los muebles y decoración de La CasAna han sido reciclados y recuperados por nosotros, siendo piezas que datan desde finales del siglo pasado hasta hoy. En cada detalle se ha procurado recuperar uso, costumbres y patrimonio de nuestra tierra extremeña.

Ana no pudo ver terminado su proyecto, pero seguro que está orgullosa de todo lo conseguido, de mi hermano Leo al que dejó como mi socio en su lugar y de la extraordinaria obra de albañilería que su yerno Gabriel Bernabé ha realizado recuperando, restaurando y reconstruyendo lo que parecía imposible de conseguir, con materiales y técnicas de albañilería prácticamente en desuso.


Todo ello para compartirlo con vosotros y disfrutar todos del legado de nuestros antepasados. En un pueblecito lejos de todo y cerca de todo. Un lugar nutrido de naturaleza, patrimonio natural, cultura popular, patrimonio histórico, costumbres, gastronomía… Uno de los sitios a los que sientes que tienes que volver, pero también de los que parece que nunca te has ido.


- Mªdel Ara Gutiérrez Fornelio -

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